Bajo este titular, Mario Vargas Llosa aborda en su última columna Piedra de Toque, que publica El Comercio cada dos domingos, una exhaustiva reflexión en torno a las peculiaridades con que la prensa satisface de un tiempo a esta parte las demandas de esparcimiento de un público casi exclusivamente interesado en las cosas más banales y superficiales.
Con un tono crítico, el escritor plantea que las prácticas invasivas de la prensa sensacionalista -a propósito del reciente tráfico de fotos íntimas de la chilena Cecilia Bolocco- se las arreglan para arrastrar la atención de la opinión pública en desmedro de asuntos más prioritarios, enrareciendo aún más la percepción negativa que se tiene del periodismo. Añade sin embargo que tal es el precio que impone la conquista de dos baluartes de la sociedad moderna: libertad y mercado. Para leer este texto aleccionador, pulsa:
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